Pedi a alguien que me ame.

 No era un ser diferente como el resto, era uno más, pero muchos dirán. Si es uno más ¿no crees que sera un desastre o que tendrá los mismos errores que el resto? A lo que respondí conforme, que sí , así seria, pero vi algo mas que entre toda esa multitud sus ojos demostraban ser el, entendía que sus errores eran comunes, no pretendía un humano perfecto sino un humano que pudiera entender que también yo podía equivocarme.

Pedí que alguien me amara y me amó, sentía las mismas cosas que yo, como un atardecer, una taza de café en el invierno y un abrazo acogedor. Me amó después de una discusión, de haberme visto llorado al frente del espejo, me amó junto a una cena y a una botella de vino en nuestro aniversario, me amó cuando le di un hijo, me amó antes de partir, el tan solo me amó entre toda la multitud.